El amor, un tema tan importante y de vital trascendencia en la vida de las personas, que nosotros los psicólogos coincidimos en afirmar que es un elemento de suma importancia para el sano desarrollo físico y emocional de la persona desde su mismísima primera infancia, ya lo decía René Spitz en “El Primer Año de Vida del Niño”, que la privación de afecto (madre), en el recién nacido y hospitalizado por largo tiempo, le podía enfermar e incluso llevar a la muerte, confirmando aquella máxima bíblica “No solo de pan vive el hombre” y hoy quiero abordar el tema del amor desde una perspectiva que genera mucho conflicto en las mismas relaciones amorosas y que muchas de las veces boicotea a las mismas. La codependencia es una condición emocional que se adquiere a partir de ciertas experiencias de vida marcadas por haber sido afectados por personas significativas en nuestro pasado, pero para entrar de lleno en materia, intentemos definir primero lo que es el amor. Universalmente podemos definir el amor como un sentimiento que tiene que ver con la capacidad de dar, de comprender, de servir, de apoyar, de ayudar, de sentir ternura por alguien o por algo y este sentimiento debe ser de dos vías, o bilateral, esto es, que así como implica la acción de dar o brindar, el amor también es importante y necesario de recibir por medio de atención, un servicio, un gesto, una caricia, comprensión, cariño, etc. De esta manera, el acto de amar para ser una acción sana, debe basarse en una correspondencia, una reciprocidad que le brinde a la pareja la sensación de plenitud, de complementación, de paz y de crecimiento para ambos miembros de la pareja.
Ahora, para comprender la importancia del tema veamos una de muchas definiciones posibles de lo que es la codependencia: La codependencia es una condición emocional que influye de manera importante en la forma de relacionarnos con los demás y que de manera inconsciente nos puede hacer sentir responsables del bienestar de los que nos rodean. Algo que justifica lo anterior es que la persona codependiente la mayoría de las veces se siente sin valor, con miedo al rechazo o al abandono, le interesa en demasía lo que los demás piensen de él, de ahí que busque ser considerado como “bueno”, necesita que los demás lo valoren y busca de manera constante el reconocimiento de los demás, todo esto, refleja de manera clara y consistente que la persona con codependencia sufre de manera casi permanente de baja autoestima. Cabe señalar que la persona codependiente puede ser una persona “fuerte”, que aparenta no depender de los demás, es aquella persona a quien todos buscan cuando tienen problemas o necesita ayuda porque saben que pueden contar con ella, ya que la persona codependiente es común que no sepa decir NO, y por último, una característica más es el hecho de que serían capaces de hacer cualquier cosa por conservar una relación. Lo descrito en el párrafo anterior explica el porque es común que la persona con codependencia sufra frecuentemente de problemas de pareja, en una relación donde siente que lo ha dado todo, una relación que siente que no ha sido de igualdad, una relación donde a veces se ha sentido como si fuera la “mamá” o en el caso de los hombres, como si fuera el “papá”. El factor común y determinante para que se de este tipo de fenómeno interaccional en la relación de pareja es la baja autoestima, esto por lo general, lleva a la persona a relacionarse con parejas con problemas, personas que requieren de apoyo y es muy frecuente que la persona codependiente llegue a pensar o sentir que ella va ayudar a la persona a salir adelante. La solución a lo anterior es el desprendimiento emocional, esto no significa ruptura, debemos entender por desprendimiento el aprender que nuestra felicidad no debe darse en función de los demás, desprendimiento significa que yo me valoro a mí mismo y que mi bienestar emocional no debe depender del bienestar de mi pareja, la solución esta también en mejorar mi autoestima, saber que yo valgo simplemente porque soy una persona, porque existo, la solución esta en aprender a decir NO cuando yo deseo decir no y no decir si simplemente por agradar a los demás, la solución debería estar en no tener miedo a que me abandonen, a estar seguro de mí mismo, de mis capacidades, de mi potencial y estar consciente de mis debilidades, de mis áreas de oportunidad y así aceptarme y por último, una recomendación más; un error frecuente que podemos cometer, esto tanto hombres como mujeres, es la elección de pareja sufriendo de baja autoestima. Lo anterior nos puede llevar a equivocarnos en la elección de pareja y eligiendo a la persona equivocada, nos puede llevar a desairar a personas que nos respeten, que nos amen de manera sana y genuina y terminemos relacionándonos con personas que nos confirmen nuestro perfil de codependencia con las correspondientes consecuencias.
¡El que no te quiere como eres, no merece que lo recuerdes!
Niki Lauda, campeón de Fórmula 1